La baja de precios, la retasación de lo ya publicado, la escasez de alquileres en oferta, entre otras variables que hacen que el círculo no sea virtuoso sino vicioso y tampoco haya pronta mejoría El mercado inmobiliario viene agonizando desde mediados del 2018. Enredado en el mismo círculo vicioso, producto de una macroeconomía débil que no pareciera mejorar con el tiempo, sino todo lo contrario. Enfrentando más cepos, mayor inflación, mayores regulaciones, devaluación de la moneda y un claro deterioro del salario real.